viernes, 9 de diciembre de 2011

Como DEBERÍA ser un monarca, Breve recuerdo de Norton I, Emperador de los Estados Unidos y Protector de México

Me permitireis, ahora que se acercan fechas tan señaladas, un breve momento de nostalgia y un pequeño paréntesis entre tanto análisis y opinión sobre política y estratégica para recordar al que, muy probablemente, sea el único monarca de la historia que puede afirmar que (tal y como puso en su esquela en San Francisco Herald) "Jamás mató, robó o le arrebato su patria a otro hombre".

Probablemente la vida del emperador Norton sea un gran ejemplo de como un loco con unas firmes convicciones puede conseguir cosas considerablemente inverosímiles, paso a explicaros su historia; la mayoría de la gente coincide en que la población de San Francisco, conocida por su jocosidad y su mente abierta, vió una oportunidad de seguir la broma a un loco y hacer unas risas, personalmente creo que nos encontramos ante un hombre extraordinario, cuya gran nobleza (nobleza de carácter, no de sangre) hacía sentir mejores a aquellos que le siguieron el cuento hasta el mismo día de su muerte, y a los miles y miles que fueron a llorarlo en su entierro.

Joshua A. Norton nació en Inglaterra, la fecha de nacimiento no se sabe con exactitud, pero podría ser entre 1814 y 1819, en 1820 su familia emigró a Sudáfrica, de donde se marchó en 1849 tras recibir una considerable cantidad de dinero de su padre (probablemente una herencia) a la ciudad donde se haría inmortal, San Francisco.

En 1849 San Francisco se encontraba en plena ebullición económica, la famosa fiebre del oro, Norton hizo una gran fortuna con un cierto tino para los negocios, pero la ambición lo cegó en 1853, aquel año China cerró la exportación de arroz por una hambruna, y en la ciudad de San Francisco, que ya contaba con una importante población asiática el kilo de arroz se multiplicó en poco tiempo, de 4 a 36 centavos, Norton se negó a vender, esperando una subida aun mayor, pero un cargamento de arroz peruano arruinó sus planes y lo llevo a la bancarrota en 1858, tras cuatro años de litigios con sus socios.

Tras la bancarrota, abandonó durante un tiempo la ciudad, al regresar empezó su leyenda. El 17 de septiembre de 1859 publicó en el San Francisco Bulletin la siguiente proclama:

"En la petición y el deseo perentorio de una gran mayoría de los ciudadanos de estos Estados Unidos, yo, Joshua Norton, antes de la Bahía de Algoa, del Cabo de Buena Esperanza, y ahora por los pasados 9 años y 10 meses de San Francisco, California, me declaro y proclamo emperador de estos Estados Unidos; y en virtud de la autoridad de tal modo investida en mí, por este medio dirijo y ordeno a los representantes de los diferentes Estados de la Unión a constituirse en asamblea en la Sala de Conciertos de esta ciudad, el primer día de febrero próximo, allí y entonces se realizarán tales alteraciones en las leyes existentes de la Unión como para mitigar los males bajo los cuales el país está trabajando, y de tal modo justificar la confianza que existe, tanto en el país como en el extranjero, en nuestra estabilidad e integridad."

Cualquier reacción que podais imaginar seria probablemente mas verosimil que la que ocurrió, la gente, animada tal vez por la nueva broma, decidió seguirle el juego, y en una semana, envalentonado tal vez por la nueva situación, lanzó otra nueva proclama:

“En vista de que un grupo de hombres que se llaman a sí mismos Congreso están ejerciendo en este momento en la ciudad de Washington, violando el edicto imperial del 12 de octubre, se declara abolido y que este decreto debe ser cumplido a cabalidad. Entonces, se le ordena al comandante en jefe de las fuerzas militares, general Scott al momento de terminado este decreto, al mando de las fuerzas necesarias desalojar las salas del Congreso”

Y así empezó su historia, desde ese momento se convirtió en emperador de los Estados Unidos, y mas adelante, preocupado por la gran inestabilidad que sufría México, tambien en Protector de Mexico, con un nuevo edicto imperial. Pero ese no fué el único edicto que publicó, durante toda su vida posterior lanzó un gran número de proclamas, ordenó la disolución del partido Republicano y el Demócrata, la construcción de un puente que uniera Oakland i San Francisco sin interrumpir la navegación por la bahia (curiosamente, casualidad o no, en el mismo sitio en el que actualmente se encuentra el puente del Golden Gate) o estableció una multa de 25 dolares a todo aquel que, habiendo sido avisado tres veces, llamará Frisco a la ciudad de San Francisco.

Naturalmente sus decretos rara vez fueron tomados en serio, pero durante toda su vida el emperador Norton, y su corte, formada por dos fieles perros mestizos llamados Lazaro y Bummer comieron por cuenta de la casa todos los dias en los mejores restaurantes de la ciudad, tenían asientos reservados en todos los teatros, y en la opera el público lo recibia de pie y guardaba silencio hasta el momento en que se sentara. Tras un breve malentendido con una compañia ferroviaria, esta se disculpó publicamente y le otorgó un pase vitalicio en todos sus trenes. La locura llegó al extremo de imprimir su propio dinero, los dolares Norton, que el ayuntamiento canjeaba sin rechistar por dinero de curso legal (dichos dólares han alcanzado un gran valor entre los coleccionistas), en 1861, con el estallido de la guerra civil americana, el emperador, preocupado por el conflicto convocó a San Francisco a Abraham Lincoln y Jefferson Davis para mediar en el conflicto, al ver que ninguno de los dos se presentó ordenó un alto el fuego hasta que hubiera tomado "su imperial decisión", e incluso se atrevió a establecer un nuevo impuesto, de 25 a 50 centavos a los tenderos y 3 dolares a los banqueros, la mayor parte de la ciudad pagó sin rechistar. Mas adelante en una proclama afirmaba que su imperial guardarropa se encontraba en un estado lamentable, al dia siguiente el ayuntamiento aprobó una subvención para comprarle un nuevo uniforme.

Pero no solo estos pequeños privilegios, atribuibles facilmente a una población muy dada a las bromas son muestra de su grandeza, el emperador Norton fué bueno y justo, jamás se enriqueció con su cargo e incluso fué detenido en una ocasión por mendicidad (aunque la presión ciudadana llevó al ayuntamiento a liberarlo y una delegación de concejales le disculpas publicamente) e incluso llegó a detener un progromo contra la población china de la ciudad, cuando la multitud se dirigía a descargar su ira contra estos, el emperador se subió a una caja en medio de su camino, rezó un padrenuestro y acto seguido dio un emotivo discurso sobre la necesidad de amar al prójimo y llevarse bien los unos con los otros, y la multitud enfurecida se marchó a su casa sonriendo.

No solo en el pueblo llano y en los políticos residia su influencia, sino tambien en importantes nombres de la cultura norteamericana, cuando su fiel perro Bummer murió en 1865, el epitafio bajo el que fué enterrado lo escribió nada menos que Mark Twain, decia así: "falleció con muchísimos años y muchisimo honor, enfermedades y pulgas"

Finalmente en 1880 una apoplegia terminó con su reinado, a su entierro acudieron 30.000 personas y el cortejo funerario se extendió unos tres kilometros, fué enterrado en el cementerio masónico hasta que en 1934 la ciudad lo trasladó al cementerio Woodlawn, donde reposa bajo la cita "Emperador de los Estados Unidos y Protector de México". Aún hoy un importante sector de la población sanfranciscana mantiene una campaña para llamar al puente del Golden Gate "puente del Emperador Norton I"

Y esta es la historia de como un loco con delirios de grandeza se convirtió en un gran hombre, he empezado mentando su necrológica, así que me parece buena idea acabar igual:

"El emperador Norton jamás mató, robó ni le arrebató su patria a otro hombre. La mayoria de sus colegas no pueden decir lo mismo"

1 comentario:

  1. M'encanta Norton. Oh realment una historia molt entranyable, gracies estimat doktor per compartir-la.

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