viernes, 30 de marzo de 2012

Cronica de una masturbación compulsiva, la manifestación del 29M


Decia en una entrada anterior que el vandalismo y la violencia gratuita que ejercen grupos minoritarios y con escasa o nula formación política y estratégica era poco mas que un acto puramente masturbatorio y sin sentido real. Pues bien, en el día de ayer quedó bien clara la veracidad de esa afirmación y demostró además como todos los revolucionarios tenemos que pagar a un muy alto precio los impulsos onanistas de esos caballeros criados en el dogmatismo y el fanatismo casi religioso de unas ideas que son, en su misma base, enemigas de dogmas y fanáticos. Ayer una gran paja colectiva causó heridos graves y detenciones por toda la ciudad.

Todo pintaba bien a las seis, con mis compañeros de feedback me disponía a ir a la manifestación en la que se respiraba un ambiente festivo y alegre, por los alrededores de Plaza Catalunya no cabía una aguja y por el paseo de Gracia el gentío se comio gran parte de la manifestacion oficial de CCOO y UGT por el paseo de gracia por una cuestión de puro espacio, mientras la convocada por CGT y CNT, juntos por primera vez desde la separación de ambos sindicatos pasaba por Fontanella, hasta ahí todo bien y entonces todo se truncó.

No hizo falta gran cosa para que eso ocurriera, en realidad lo único que hizo falta fueron quince personas, quince bastardos queriendo dar rienda suelta a sus impulsos más básicos decidieron descargar su rabia con vandalismo gratuito y absurdo. Como si sirviera para algo se ensañaron con la puerta del corte ingles con martillos y piedras y papel higienico ardiendo, a su alrededor, veinte cobardes aplaudiendo, quizá lamentando no ser ellos los que lo hicieran, y una gran mayoría abucheandolos. En poco tiempo, esos encapuchados tubieron tiempo tambien de encararse con los que los abucheaban, compañeros trabajadores y trabajadoras que estaban allí para demostrar su descontento de verdad, acusándolos de ser secretas, quiza debido a que en su cerrada mente de inútil integral todo el que piense que lo que hace esta mal (es decir, la inmensa mayoría) és el enemigo, una lógica, por cierto, creada por el fascismo.

No duro mucho, la policia, deseosa de estrenar los nuevos juguetes que tito puig les había comprado los dias previos (sacando el dinero, seguramente, de algún CAP o escuela pública) entraron en la plaza a tiros y repartiendo a mansalva, el kaos se desató a mi alrededor peró pude comprobar, antes de empezar a hacer mi trabajo como los primeros en correr fueron esos quince bastardos, una vez conseguido su objetivo, una vez acabada la paja, corrieron como las ratas cobardes que son a esconderse detrás de la gente que los abucheaba que fué, paradójicamente, la que recibió las primeras hostias, y las recibió de lo lindo, en medio de un despropósito de violencia policial desenfrenada estalló la rabia y miles de personas se enfrentaron a la policia, movidos quiza por la rabia y la impotencia que crea ver como los perros del señor puig destrozaban todo, disparando pelotas de goma y bombas de humo a una manifestación en la que habían familias con hijos y jubiladas, el odio desenfrenado por una actuación policial totalmente desproporcionada causó que, mientras la organización conseguía llevar la mayor parte de la gente en manifestación por Gran Via evitando los disturbios (una manifestación que consiguió, por cierto, un índice de asistencia que nada tenía que envidiar a las grandes movilizaciones del 19J o el 15o) la violencia se extendía por todo el centro de Barcelona. ¿El desencadenante? una paja de quince personas, o aun me atreveria a decir mas, una real gayola de once personas calentadas y bien por cuatro o cinco actores porno especializados en provocar esta clase de pajas, quiza Barcelona sea el único lugar en el mundo en el que los actores porno tienen placa.

Asi fueron las cosas, hay quien dice que la policia podria haber evitado todo poniendo un cordon policial alrededor del Corte Ingles, pero, seamos sinceros, ¿alguien cree que a la policia le interesaba evitar eso? La verdad es que esto solo podemos evitarlo cogiendo a aquellos que destrozan nuestro trabajo y dejandoles bien claro que o vienen pajeados de casa, o se vuelven a casa, sino, siempre seremos los radicales antisistema y siempre tendremos heridos y detenidos, quiza incluso muertos, por la violencia que esos bastardos provoca.

La CNT a principios del siglo XX sabia que hacer con esa gente, los que buscaban vandalismo gratuito o violencia injustificada por impulsos puramente onanistas solian acabar en una cuneta con un tiro en la nuca, quiza deberiamos hacer lo que esos vándalos nos recomiendan y "aprender de nuestros abuelos".