miércoles, 7 de mayo de 2014

Hasta las Pelotas de realismo socialista 1. Robert E. Howard y Sonya la Roja

Nuestra concepción marxista del condicionamiento social objetivo del arte y su utilidad social no significa en modo alguno, cuando se traduce al lenguaje de la política, que queramos regentar el arte mediante decretos y prescripciones. Es falso decir que para nosotros sólo es nuevo y revolucionario un arte que habla al obrero; en cuanto a pretender que nosotros exigimos a los poetas que escriban exclusivamente chimeneas de fábrica o una insurrección contra el capitalismo, es absurdo”.



Apreciado lector,


Permíteme empezar ahorrándote tiempo. Si eres un seguidor fundamentalista de la ortodoxia marxista este post no es para ti. El único modo en que puedes acabar de leer esta entrada és cerrandolo indignado o poniendome a caldo en un encendido comentario. Como no deseo hacerte perder el tiempo leyendo algo que estás predispuesto a estigmatizar y señalar como "reformista", "defensor del consumismo capitalista" o "idiota", permíteme empezar con una frase que ya te hará ir hacia abajo a comentar:

¡TRUMAN CAPOTE ERA UN CAPULLO PRETENCIOSO!

¿Aún estás ahí? Bueno, en ese caso: Sartre es un puto bodrio, si has leido mas de dos artículos de Macherey necesitas ayuda profesional y, por el amor de Dios, haz el favor de donar a la biblioteca esa edición de Germinal, todos sabemos que no te la has leido.

Bueno, ahora que ya presupongo que no me está leyendo nadie puedo esplayarme tanto como quiera.

A lo largo de los años, el marxismo ha desarroyado una concepción extrañamente científica y utilitarista del arte que ha limitado al artista a un redil limitadísimo. Para el marxista ortodoxo el arte por el arte és un concepto burgués y el artista debe tener el objetivo de reflejar y cambiar la sociedad. Da igual que hablemos del cine de propaganda de Eisenstein, el existencialismo de Sartre o el neorrealismo de Antonioni. El objetivo del artista es cambiar la sociedad y para cambiar la sociedad hay que mostrar con gran realismo los problemas que esta tiene. El arte por el arte se catalogó automáticamente como un concepto burgués, basándose en la premisa que la belleza es un concepto abstracto y estrictamente ligado al tiempo en el que se crea y por tanto resulta imposible alcanzar una belleza intemporal. Las teorias sobre la critica literaria y artística de Bourdier, Eagleton o Bajtín son demasiado complejas y largas para explicarlas aquí, mejor os la leeis en otro blog:

Lamentablemente esas teorias mas o menos acertadas ha dado lugar a cientos de sujetos de mentes tan cerradas que nada tienen que envidiar a algunos torys británicos liderando un tribunal inquisitorial que nadie había pedido encargados de catalogar las lecturas en dos grupos "lecturas recomendadas para un buen marxista" y "consumismo capitalista alienante", estos nuevos torquemadas quemalibros formados en su mayoría por la mas lamentable casta del marxismo, la de los pseudoanalistas dogmáticos sin capacidad de autocrítica e incapaces de pensar por si mismo que aplican a practicamente todo, lo que conocen y lo que no, las teorias que han leido del analista marxista de turno sin pararse a pensar si tienen razón o no. Estos sujetos no necesitan aprender de nada de lo que haya hablado ya algún científico o filosofo marxista, su opinión es la de este y da igual si ha sido ya desacreditado o no lo entienden. Estos sujetos de mente cerrada los encontrareis detrás de todas las revoluciones obreras que hayan fracasado o se hayan convertido en mafias de burócratas sin corazón, en Camboya serían Jemeres Rojos, en la URSS burócratas del partido, en Checoslovaquia entrarían con los tanques en Praga, en la RDA chivatos de la Stassi y aquí, por el momento, una cuadrilla de capullos insufribles.

Pero me estoy desviando, esta casta de inquisidores que no entienden muy bien eso del socialismo (aunque, naturalmente, ellos creen entenderlo a la perfección, igual que los legionarios de cristo entienden perfectamente la bíblia) se atreven a juzgar la literatura y el arte y a estigmatizar obras artísticas, los que pretendieron destruir milenios de cultura e historia en China, los que mataron a Lao She e inventaron el ballet político chino (¿
os gusta el ballet? no se os ocurra ver ballet político chino, podría provocar vuestro suicidio) esta gentuza, en resumen, nos ha condenado a todos los que creemos en el marxismo a una lista de libros aceptados que ni conozco ni quiero conocer. Es por eso que he decidido inaugurar una nueva sección en mi blog. A partir de ahora, cuando me vaya saliendo, que viene siendo la forma en la que escribo en este blog (dios, dos meses desierto lleva ya xD) iré recomendando escritores y artistas varios que huyen del realismo socialista y la revolución cultural y presentándolos desde una perspectiva revolucionaria.

Si esperas encontrar aquí a Baudelaire lamento decirte que mejor vayas cerrando.

Empecemos con Robert E Howard. Por que sí.

Probablemente conozcas todos los personajes conocidos creados por Robert E Howard, lamentablemente, también es altamente probable que no conozcas ni uno solo de sus cuentos. Sus personajes han sido adaptados al cómic con escaso respeto y al cine sin respeto alguno cientos de veces, pero practicamente nadie conoce el nombre del creador de Conan el Barbaro, Solomon Kane o Sonia la Roja.

Robert E Howard nació en 1906 en Texas, fué un adolescente enfermizo y debilucho que termino convirtiendose en un joven fornido y musculoso por una extraña adicción al gimnasio. Se sabe que era un hombre solitario y huraño pero un gran aficionado a la literatura, la filosofía, la geología, la eugenesis y la historia, temas de los que trataba muy elocuentemente en infinidad de cartas con los escritores del conocido círculo de HP. Lovecraft.

A los 15 años empezó a escribir y a los 18 publicó su primer relato en la celebrérrima revista pulp Weird Tales, donde  publicó la mayoría de sus relatos.

Era un hombre extremadamente depresivo y solitario totalmente dependiente de su madre sobreprotectora, así que cuando esta entró en coma la espiral autodestructiva del joven Robert terminó con su suicidio en 1936. Algunas teorias dicen que fue por lo de su madre, aunque yo defiendo que un viajero en el tiempo le enseño lo que Hollywood iba a hacer con sus personajes y no pudo soportarlo.

Hasta aquí la biografía, empecemos con sus obras.

Sin duda hay muy pocos personajes a los que Hollywood haya tratado mas mal que a Red Sonja. La que inició en el mundo de los comics y el cine el concepto de "bikini de cota de malla" se convirtió durante años en fantasía masturbatoria de cientos de jovenes adictos a Dungeons & Dragons, una heroina barbara con una armadura que no cubría practicamente ningun punto vital pero que si cubría, muy inteligentemente, lo poco que tenía que cubrir para no ser catalogada como para mayores de 18 años (y eso viene a ser muy poca carne que cubrir), pero no siempre fué una fantasía masturbatoria.

En  realidad Red Sonja apareció por primera y última vez en un magnífico relato conocido como "la sombra del buitre", ambientado en el asedio de la ciudad de Viena por las tropas otomanas, y aunque posteriormente Roy Thomas y Barry Smith recuperaran el nombre para crear una playmate embutida en cuero, la Sonya original era un personaje relativamente complejo, una mujer valiente, brava y absolutamente capaz de defenderse por si misma. En la literatura de principios de siglo, en la que las mujeres estaban ligadas a un segundo plano o a cumplir los roles habituales de "mujer de la casa", "premio para el heroe" o "damisela en apuros", condenadas a unas maneras educadas y sumisas, nos encontramos a una mujer dura y ruda que no se esconde tras las murallas y lucha junto a las tropas del archiduque para defender la ciudad convirtiendose en ejemplo para muchos soldado.

Y aquí llegamos a la parte importante, Sonia la Roja, y otros pocos personajes mas, presentaron por primera vez a las niñas la posibilidad de ser heroinas, en el increiblemente machista mundo de la literatura de principios del siglo XX, donde las mujeres tenían solo dos papeles, la malvada bruja o la sumisa damisela que necesita ser rescatada, en el que se educaba a las niñas para ser buenas esposas y madres, aparece una heroina que no necesita ser salvada, una mujer que no necesita casarse con nadie ni ser madre para sentirse completa. Muy probablemente en algun lugar de EEUU un gran numero de niñas y adolescentes leyeron por primera vez sobre una mujer que no necesitaba a ningún hombre y, probablemente, alguna dejara de querer ser la princesa y empezara a plantearse ser la heroina.

En 1934 las mujeres aún no podían votar en Francia, Chile y muchos dominios británicos, no existía la revista Feminaria ni se había escrito aún el segundo sexo, Celia Sanchez era aún una niña y Angela Davis no había nacido, Rosie de Riveter aún no se había creado pero Red Sonya ya pateaba culos jenízaros sin ayuda de ningún hombre.

En resumen, estamos ante un relato de revista pulp, no es malo, pero tampoco llega a ser una obra maestra de la literatura fantástica. Aún así, incluso hoy en día cuesta encontrar personajes femeninos realmente interesantes en los relatos de aventuras, y los que hay le deben mucho a esas primeras heroinas rudas y salvajes como Red Sonya. Si teneis alguna adolescente en vuestro círculo que lea con avidez libros de esa clase, corred a ponerle en sus manos la sombra del buitre antes de que se compre un corpiño o espere que un vampiro afeminado que brilla se enamore de ella. Todas las mujeres que han luchado por sus derechos a lo largo de la historia os lo agradecerán.